Caminando me hayo el camino
descalzo y sucio, disfrutando.
Es duro a veces, sin embargo
acabas extasiado, peregrino.
Los vientos alborotan los pelos
y distribuyen las brasas de la hoguera,
esa que no compartimos con cualquiera,
esa a la que susurramos los anhelos.
A veces duele. A veces cansa.
Otras veces disfrutas.
El caso es que viajas.
A veces entran. A veces se van.
Otras, pocas, se quedan.
Y al final, todos a nadar al mar.
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