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viernes, 11 de agosto de 2017

Fundido (I y II)

FUNDIDO I

A quién quiero engañar.

Sí desde que se fue
mis letras
andan huérfanas
de musa,
mis versos
viudos de comparsas
y mis poemas
descabezados.

Los folios en blanco
me atracan a traición
en cuanto me siento
en mi escritorio,
y si me descuido
un momento
me sacan
los ojos.

He visto a mi firma
ir con gabardina
al entierro
de todos mis escritos.

He visto a mi pluma
quejarse de artritis
y decir
que ojalá se muera pronto.

Me he visto
a mi mismo
delante de un espejo
y no he sabido describirme.

Lo juro.
Juro que lo he visto.

He derrapado
escaleras abajo
sin derramar
una sola lágrima de tinta.

He flotado
en charcos
de fango
sin sentirme sucio.

He intentado
suicidarme
y casi
me mato en el intento.

Lo juro.
Juro que lo he hecho.

Lo he probado todo,
y ni así despierto a las panteras
que viven entre mis costillas.

Creo que se ha fundido
algo dentro de mí
y no hay electricista
que pueda arreglarlo.
____________________

FUNDIDO II

Se ha ido la luz.

Un roedor
pequeño,
feo y maloliente,
ha mordisqueado
todos los cables
de mi tendido eléctrico.

Hay gritos en la oscuridad
que se mezclan
con los lamentos de las piedras
y las lágrimas
de bombillas frías.

El caos ha ordenado mi no-luz
para dar rienda suelta a los fantasmas
que galopan sobre las cumbres invertidas
de mis montañas.

Allí donde arrecia el frío
y los águilas
vuelan a ras de suelo,
por vértigo.

No hay luces en mis entrañas
y un cúmulo
de placenta suculenta
se desplaza babeando
todas mis esperanzas,
buscando alguna luz
a la que hacer sombra.

Las copas de los árboles
se hacen eco
y tapan
los jirones de vida
que le quedan a la luna.

Los buitres hacen butrones en el cielo
para robar,
en silencio,
la luz de todas mis estrellas.

No hay electricista
capaz de parar
esta debacle.

Ya es oficial:

la luz ha entrado
en peligro de extinción