Quiero ser
tu luchar y valer,
tu pelo, tu piel,
tu mañana y tu ayer.
Tu ladrón y tu guía,
tu noche, tu día,
tu placer, tu agonía
tus caprichos y manías.
Tus labios y tu boca,
tus muecas de loca,
tu flotador si te ahogas,
tus segundos, minutos y horas.
Tu veneno y tu cura,
tu voz si quedas muda,
tu luz si estás a oscuras,
tu pasión, tu cordura y locura.
Tu calor y tu abrigo,
tu amante, tu amigo,
tu tintero, tu libro,
tu manta, tu estufa y tu frío.
P.D.: Gracias a Don Joaquín Sabina por su "A la orilla de la chimenea" que dio pie, entre otras cosas, a este poema.