Vistas de página en total

domingo, 15 de febrero de 2015

Escribiendo sin poder escribir

Sé que tengo esto un poco inactivo pero es que tampoco tengo grandes ideas sobre las que escribir y mucho menos tengo inspiración. No sé muy bien por qué me pasa esto, pero es así... Y me frustra. Es como sentir que estás a punto de explotar pero no tienes un alfiler para pincharte. Es como sentir amor sin saber a quién amar o sentir nostalgia de no sabes muy bien qué, y por lo tanto, no sale, simplemente está ahí ese sentimiento y ya, ni para delante ni para atrás. Y te quema por dentro. Y desearías tener alfileres. Decenas. Cientos de ellos. Para que cada vez que el alma te pide que escribas tu puedas corresponderle, no cómo me pasa a mí ahora.
A continuación os dejo un poema que escribí hace unas semanas y que expresa (o lo intenta) la sensación esta que os digo y la frustración que me corroe las entrañas.

Dichosa musa que ciegas
mis instintos ahullantes
cuando me desbordan.

Las ideas se me queman,
y mojadas, vacilantes,
huyen de mi boca.

Silencio, maldito seas,
me abrumas con los mares
que ahogan las palabras.

Y los sueños solo merman
cuando muero por los bares
sin poder ni hablar.

Pluma atada con correas
de nailon y viejo papel,
déjate querer.

Mis recuerdos ojea
un frustrado amante
de lo que no es.

La tinta que gotea
por mis mejillas sin caer
en un poema.

Los lápices que se estresan,
mis tachones atronantes
de un simple dilema.

Mis ojos que se esmeran
aunque se quejan de ver
las letras, de mi, huir.

Y mi dolorida espera,
y mi tonta insensatez
de querer escribir.