Vistas de página en total

martes, 3 de julio de 2012

Primer relato. Cuarta parte



Simon se sentó a su lado y lo invito a seguir pero Jack se negó pues había citado a su amigo allí para contarle lo de la noche anterior en la biblioteca. Según se lo iba contando con pelos y señales Simon iba palideciendo y se iba poniendo mas y mas rígido. Cuando Jack concluyo el relato Simon estaba blanco como la cera y rígido como un palo.

-Y ¿porque no... porque no me avisaste para ir a la biblioteca? Y mas importante aun ¿a que fuiste a la biblioteca? - Dijo Simon entre enfadado y acongojado.

-Pues, pues... sinceramente no lo se. No quería levantarte de la cama a esas horas y ademas,iba allí a por un libro sobre el reinado de Aemon, el Unificador, nada mas.

-Bueno, me da igual que era lo que buscabas o que no me avisaras, esta noche volvemos a ver que pasa.

Llego la noche y fueron a la biblioteca como habían acordado. Cuando Simon llego Jack ya estaba allí, pero eso pasaba siempre, uno siempre pronto y el otro siempre tarde. Entraron sin hacer el menor ruido, e hicieron como que buscaban algún libro de la zona donde estaba buscando Jack cuando apareció ese hombre. Dieron las 2 y las 3 y no aparecía nadie, cuando casi se les había agotado la reserva de café oyeron pasos. Allí apareció, iba vestido igual que la noche anterior pero había algo nuevo, cojeaba de la pierna derecha. Seguía manteniendo una postura hostil y ambos amigos empezaron a retroceder pero se toparon con alguien, era James Kermes, el consejero real.

Les sujeto por el cuello de la camisa y les llevo a empellones hasta la ventana, la abrió y los coloco con medio cuerpo fuera.

-¿Sorprendidos?- Dijo con una sonrisa macabra.- No os ajiaceites tanto o me obligareis a soltar.

-¡Imbécil, el rey se enterara de esto! -Nimio Simon.

-¿El rey? No me hagas reír.

El otro hombre, el extraño, gruño algo.

-Si, lo se, si decimos que se cayeron solos habrá problemas. Pero confiá en mi, lo tengo todo pensado.

El hombre bajito sonrió y asintió. En ese momento parecía un poco imbécil, no quedaba nada del brillo inteligente en sus ojos que Jack pudo adivinar la noche anterior.

Sujeto a Simon y a Jack con una misma mano con una fuerza inusual y cojo al extraño hombre de la pechera y lo coloco también en el alfeizar de la ventana.

-Adiós, nos veremos en el infierno.- Y soltó a los tres.

Y con esto termino este relato. Se que no acaba bien pero no podia alargarlo mas, si lo has seguido gracias, si has leido alguna parte tambien gracias, si no has leido nunguna parte siento que no te haya gustado o apetecido echar un vistazo.
Continuare escribiendo, ya tengo alguna que otra idea. Suscribiros si os gusta pues las visitas han decaido mucho. Gracias de nuevo.