Vistas de página en total

miércoles, 23 de abril de 2014

Carta de amor póstumo

Querida Carla:

Hola Carla, si lees esto, ambos sabemos por qué es.
Te escribo porque quería agradecerte todos los momentos que pasamos juntos, todas esas puestas de sol que vimos desde la ventana de nuestra habitación, todas esas mañanas que fuí feliz sólo por girarme y verte sonriente, durmiendo placida en un sueño de esos con sabor a algodón de azúcar y turrón como dices tú. Gracias por hacerme sentir que juntos podíamos con todo, que nos protegeríamos y amaríamos incluso cuando no fuesemos más que polvo enamorado y enredado con polvo. Gracias por cada estremecimiento al oirte susurrar, o gritar a veces, mi nombre, por cada carcajada tuya que se derramaba por los entresijos de mi alma, mi cuerpo y mi ser. Gracias por cada caricia, cada abrazo, cada beso, cada dedo recorriendo mi espalda, cada sonrisa cómplice, cada mirada, cada roce; cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo a tu lado. Gracias por ser como eres y amarme como me amas. De verdad gracias.
Y también quiero pedirte perdón. Perdón por cada lágrima derramada o cada sonrisa truncada, perdón por los momentos que ya no ocurrirán, perdón por no abrazarte en este momento, perdón por el dolor, el miedo y el temor. Perdón.
Perdóname, no olvides que siempre te quise y siempre te querré y que jamás dejaré de amarte tanto o más que el primer día. No olvides que allá dónde esté velaré por ti, dia y noche. No olvides que te echaré de menos, no lo olvides.
Ahora debo irme, marcharme para no volver, pero no me voy a otra ciudad o a otro país, me voy arriba con las estrellas y las nubes para jamás separarme de tu lado. La muerte es sólo un paso, no un final. Recuerda, "solo mira a tu lado, yo estaré siempre".

Te quiere, te quiso y te querrá,
tu ladrón favorito, yo.

Se lo dedico a todas las "Carlas" que compartan el nombre, o no, a todas y todos los valientes que sufrieron un adiós, no necesariamente como este, y no les quedó mas que seguir adelante. Porque siempre está bien recordar a esa persona especial. Sed felices.