Vistas de página en total

sábado, 18 de julio de 2015

Iban para sonetos y se quedaron en versos...

He archivado nuestras fotos
en un cajón que ya no recuerdo dónde guardé.
He devuelto sin ticket nuestras miradas a mis gafas
y las he cambiado por lentillas.
He escondido nuestras noches bajo la falda de la luna,
dónde sé que no me va a dejar mirar.
Te he aparcado en el parking de mi olvido
con una factura que no pienso pagar.
Me he metido preso por los besos que te robé,
siendo mi propio fiscal y juez.
He tachado con subrayador nuestros versos.
He abonado los meses que te cobraste con mis caricias.
He bebido para borrar tus labios de los mios.
He convertido tu nombre en un mueble del Ikea
y tus apellidos en alegato populista.
Tu Londres se ha borrado por la lluvia,
nuestro París se ha convertido en sueño frustrado
y mi Madrid me ha recibido de nuevo con los brazos abiertos.
Los trenes ya no traen mariposillas en el estómago
y el avión no es más que un pájaro de metal.
El paraguas ahora si me protege del agua
y la tinta de mis libretas no se corre.
Mi almohada ya no parece una esponja
ni me falta el aire al ver tu nombre.
Mi lengua está oxidada
y mis dedos, torpes,
entre los pliegues de la intimidad femenina.
Tus regalos no sé si los guardo, ni siquiera me importa.
Y nuestras canciones se han acabado borrando
de tanto escucharlas.
Mis amigos te envían saludos
haciendo un gesto con un dedo de la mano.
Mi familia no te recuerda ya.
¿Yo? Te escribo todo esto. O quizá solo escriba a mi móvil. No lo sé.
Pero ojalá desde el olvido me recuerdes
y comprendas por fin
que nadie te querrá
como yo te quise a ti.

1 comentario:

  1. Wow! Mi sincera enhorabuena, de nuevo. Y esta vez por todo lo que me has hecho recordar, porque sinceramente me identifico con este poema. Felicidades :)

    ResponderEliminar